Si hay algo que nos gusta es tener una casa de verano. Un sueño que siempre queremos tener. Es nuestro sitio de recreo, de poder desconectar de nuestro trabajo, de la dura ciudad, del estrés laboral, si somos padres, del control de unos horarios. Por eso, lo vemos como un oasis. Pues bien, si eres uno de los que te sientes afortunado al tenerlo, toma nota porque te vamos a contar cuatro elementos que no pueden faltar en tu casa de verano.
Y es que si hay algo que me gusta de los veranos, es poder juntarme a mis amigos en una finca, con una buena comida y una buena charla. Yo recuerdo que cuando padecimos la pandemia, estos lugares se convirtieron en los más deseados. Nadie quería estar en bares o restaurantes, solo se buscaban estos lugares. Además, es lo mejor para meditar, para tumbarte en una hamaca y ponerte a leer un buen libro. O simplemente echarte una siesta para desconectar.
Barbacoa
Si, comenzamos fuerte. Es sin duda el mejor elemento que podemos tener en una casa de verano. No puede faltar. Seguro que cuando hablas con un amigo lo primero que te pregunta es si tienes una barbacoa Ojo, hay que tener un buen sitio y sobre todo que cuente con medidas de seguridad. Lo mejor es que cada día existen más opciones que se ajustan a las preferencias. Incluso, hay barriles que permiten cocinar los alimentos sin producir tanto humo y olores como el asador tradicional.
Toldo
Un toldo tiene que estar en una casa de verano sí o sí. No puede ser de otra manera. Hoy en día los toldos han dejado de ser un elemento que se utilizaba exclusivamente para protegerse del sol y la lluvia, para convertirse en un elemento de decoración, complemento o resaltando la imagen de la vivienda o sector en donde se coloca. En nuestro caso nos puede venir muy bien para frenar los rayos de sol, pero también para hacer de nuestro jardín lo más bonito que podamos tener. En estos momentos hay muchos modelos en el mercado, como nos indican desde Toldos Clot, por eso, antes de comprar uno, hay que asesorarte para ver las características que mejor se adaptan.
El toldo se crea por la necesidad del ser humano de protegerse del sol en lugares donde por sus medios naturales no era posible resguardarse a la sombra. Fue en la época de los romanos donde con más fuerza aparece la arquitectura textil relacionada con la protección solar. El Coliseo es un anfiteatro construido en el siglo I d.C. en la ciudad de Roma y sobre el graderío del mismo se extendía un tipo de toldo plegable llamado velario (en latín y término también utilizado en español, velarium).
Sistema de riego o manguera
En una casa de verano seguro que tenemos un jardín, y como suele pasar, hay que cuidarlo. Para hacerlo es fundamental tener un buen de riego que permita mantener siempre húmedas e hidratadas las plantas. Por ello, en estos espacios debe haber una manguera o una regadera. No obstante, es importante cuidar la estética. Se pueden comprar bases para enrollar la manguera que permitan mantenerla en orden. Además, conviene usar boquillas que permitan regular la presión y la forma de aspersión del agua. En cuanto a las regaderas, existen modelos que por su estética funcionan como elementos decorativos.
Zona de relajación
Y sí, una casa de verano tiene que contar con una zona de relajación. Tú rincón para poder hablar contigo. La mejor forma de sentirte y encontrarte. Para huir del estresante ritmo de vida, de ir siempre a contrarreloj, de algunas de nuestras ciudades, algo que nos puede generar sensaciones de ansiedad o cansancio. Especialmente en las urbes de mayor tamaño es habitual que la fatiga del día a día se traslade al hogar. Se trata de crear de nuestras casas de verano, un espacio que nos haga sentir felices, donde poder llevar un estilo de vida saludable. Lo que podemos poner son elementos que nos haga sentir bien, una zona confortable y agradable. Es muy sencillo. Solo necesitarás unos cojines, unas alfombras o esterillas donde reposar y desconectar tranquilamente por unos minutos, y algunos objetos que te aporten serenidad y bienestar, que sean especiales y te ayuden a conectar con la esencia de la casa.
Y estos son los cuatro elementos que en mi opinión no pueden faltar en una casa de verano. Por supuesto que hay más, pero estos son con los que creo que podemos dar el salto de calidad. Tengo claro que somos unos privilegiados, y por eso hay que saber aprovechar al máximo lo que tenemos. Es el momento de disfrutar.