Que nuestra vivienda disponga de todo lo necesario para que seamos felices en su interior es uno de los grandes objetivos que debemos perseguir a lo largo de nuestra vida. Sabemos que muchas veces no es en absoluto sencillo, pero es un propósito que nunca podemos perder de vista por el simple hecho de que va a marcar una diferencia muy grande entre una vida cómoda y otra en la que los agobios o incluso el estrés va a copar nuestros momentos de tranquilidad. ¿Os imagináis estar así de molestos incluso aunque no estemos trabajando? No suena bien, ¿verdad?
Hay muchos factores que son importantes si queremos hacer posible la existencia de ese domicilio placentero que nos permita acercarnos a la felicidad o instalarnos en ella de manera permanente. Uno de ellos es el que tiene que ver con la distribución de los espacios interiores de la vivienda. Esta bien merece ser considerada como una ciencia, porque hay muchos datos y tendencias que nos pueden ser de ayuda para conseguir exactamente lo que queremos y para evitar problemas. Aunque haya personas que no suelan valorar tanto este campo, lo cierto es que de una distribución u otra depende en buena medida lo bien que nos sintamos en el hogar.
Uno de los principales problemas con los que nos podemos encontrar a la hora de analizar las posibilidades que presenta nuestra vivienda es el hecho de que sea demasiado pequeña como para permitirnos grandes proyectos en materia de interiorismo. Ante este tipo de casos, son muchas las familias que están apostando por hacer algo curioso: eliminar la lavadora de sus hogares para dejar espacio a otros electrodomésticos o para no cargar demasiado el pequeño número de metros cuadrados de los que disponen, contribuyendo a generar más espacios diáfanos y libres dentro de las viviendas, lo cual siempre es necesario para garantizar la comodidad y la seguridad de sus habitantes. Todo esto es lo que está consiguiendo, según los comentarios que nos han llegado desde Lavatur, que negocios como las lavanderías autoservicio estén ahora más de moda que nunca.
Nos parece lógico que tanta gente se haya decantado por un modelo de actuación como el que acabamos de describir. Las lavadoras son objetos muy útiles pero que, en viviendas que sean demasiado pequeñas, pueden llegar a suponer un problema a causa del espacio. Una lavadora es un objeto voluminoso y eso no puede cambiar, así que lo idóneo en estos casos es que cambiemos nuestra manera de proceder a la hora de lavar nuestra ropa. Y eso es lo que se está llevando a cabo entre mucha gente a día de hoy.
En una información que es propiedad del diario El País se indicaba el porqué de la gran cantidad de españoles que viven hacinados en pisos, incluso en los pueblos. El origen de esto tiene mucho que ver con lo sucedido tras el final de la Guerra Civil, un momento en el que se produjo un desplazamiento masivo de gente desde los pueblos hasta las ciudades. Existían ciudades, como es el caso de Madrid, que no podían asumir tal llegada de gente, así que se empezaron a construir todavía más pisos de los que ya existían. Y así hasta hoy.
Las viviendas del futuro serán cada vez más pequeñas
Ese es exactamente el mensaje que se deja ver en la noticia que os vamos a enlazar a continuación y que pertenece al diario El Mundo. El motivo es que, a causa de que las familias ya no son tan grandes y de que hay muchas personas viviendo solas al encontrarse sin pareja después de un divorcio o una relación fallida, no es necesario el espacio que antes se necesitaba para vivir.
Ante una situación como esta, es evidente que las personas tenemos que ir tomando medidas para seguir haciendo de nuestra vivienda un lugar en el que se pueda vivir con, al menos, relativa comodidad. Y una de las soluciones que ha empezado a tomar la gente no es otra que la de ahorrar el espacio de la lavadora para limpiar su ropa en las lavanderías autoservicio. Esto, que ya ocurre en grandes ciudades como Madrid o Barcelona y también en otros grandes núcleos urbanos mundiales como Nueva York, Pekín, Berlín, Londres o París, va a terminar siendo habitual en otras tantas ciudades en el mundo.
La realidad es cambiante y saber adaptarse a la que nos rodea en cada momento es un aspecto que juega a nuestro favor. Ni que decir tiene que, en algunos casos, adaptarse a ella será más difícil que en otros. Eso es natural. Pero es necesario que no demos la espalda a todas esas nuevas tendencias que se vienen produciendo a nuestro alrededor. Eso uno de los mejores consejos que os vamos a poder dar en la vida.