Elegir la mascarilla adecuada y utilizarla de forma correcta

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El cuidado del cabello es algo que cada vez se tiene más en cuenta. Tanto hombres como mujeres, gustan de llevar el pelo siempre a la última, luciendo un buen aspecto, suave y sedoso. Para alcanzar esos niveles de cuidado semejantes a los que proporciona una visita a la peluquería, tan solo hay que prestar atención a los detalles. Empezando por la elección del champú adecuado para cada tipo de cabello y terminando por los métodos de peinado y secado.

Nuestro pelo refleja en gran medida lo que somos, nuestra personalidad y estilo se muestran sin tapujos en un tipo de peinado o corte, al mismo tiempo que denota si somos más o menos limpios o meticulosos. No es lo mismo lucir un pelo grasiento o áspero (por gusto y no porque exista algún problema capilar) que una cabellera resplandeciente. En resumen, cuidar de nuestra cabellera es algo esencial, tanto como el cuidado de nuestra piel o nuestro organismo en general.

El sueño de todas las mujeres y de, cada vez, más hombres: lucir un cabello sano, bonito y brillante. En una sola palabra, radiante. Una elección adecuada del champú es parte importante para alcanzar el objetivo, pero existen más productos a utilizar para obtener unos resultados de cine. Acondicionadores, ampollas, cremas hidratantes y, por supuesto, mascarillas. Esta última esencial en los casos de tener el cabello dañado.

Elegir la mascarilla adecuada en función del tipo de pelo y aplicarla con la frecuencia y durante el tiempo necesario, son factores que siempre se deben tener en cuenta, para obtener los resultados deseados. Así que, si te interesa mantener tu melena en las mejores condiciones y que luzca con un aspecto deslumbrante, sigue leyendo.

Sano, bonito y brillante: un pelo de diez

Cada quien conoce las necesidades particulares de su melena, al menos así debería ser. Aunque lo cierto es que, el mercado ofrece una cantidad de opciones abrumadoras en todo lo referente al cuidado del cabello. Razón por la que desde Curly Store, especialistas en todo lo relacionado con el cuidado del pelo y en particular, del método curly, nos han hablado de una parte esencial de esos cuidados: la mascarilla. Este producto que debe aplicarse tras lavar el pelo una vez cada semana, suele aplicarse de manera errónea en muchas ocasiones.

Elegir una mascarilla debe hacerse en función de las necesidades específica de cada tipo de cabello y estado del mismo. Es decir, la mascarilla debe aportar algo necesario al pelo. Si no es el caso, por muy buena que se la mascarilla, puede no producir el efecto deseado y, por el contrario, hacer que nuestro pelo se muestre grasiento o deslucido. Por otro lado, lo ideal es que se apliquen una vez a la semana, en el caso de tener el cabello castigado. De lo contrario, basta con aplicar la mascarilla una vez cada quince días.

Resulta indispensable aplicar el producto el tiempo necesario. A diferencia de lo que sucede con el acondicionador que ejerce su función sobre la capa superficial de la fibra capilar, la mascarilla cuenta con unas moléculas que deben penetrar por dentro de la misma. Por lo que el tiempo mínimo de actuación debe ser de entre veinte y treinta minutos. Para intensificar su efecto, se puede dormir con ella o aplicar calor. De esta manera se abre la cutícula del pelo, haciendo más fácil el acceso de las moléculas reparadoras. Al aclarar, finalizar con agua tibia o fría, de modo que la cutícula se cierre y mantenga los nutrientes.

Siempre hay que tener en cuenta realizar la elección del producto que sea más adecuado para el tipo de cabello y sus circunstancias. Si no aporta al pelo lo que necesita, no está fabricada para solventar esa necesidad, por lo que hay que dejarse asesorar por un profesional o buscar de forma minuciosa.

Respecto a su aplicación en el cabello, se recomienda que, en caso de tener las puntas abiertas y un cabello apagado, se aplique por la noche. Esto permite proporcionar al pelo un cuidado reparador, permitiendo que se absorban todos los ingredientes y nutrientes necesarios, además de propiciar que se mantengan más tiempo. Basta con tener en cuenta que el cabello se encuentre limpio y dormir con un gorro de ducha. Por la mañana, retirar la mascarilla con un lavado y listo.

Los profesionales de la peluquería y el cuidado del cabello, advierten de los errores que cometemos al utilizar la mascarilla, los cuales vamos a citar a continuación, a fin de no caer en ellos.

El primero de esos fallos, no es otro que un mal aclarado. No enjuagar el pelo a conciencia es algo bastante habitual. Una vez que se haya lavado la melena, hay que eliminar toda el agua posible. Si la fibra capilar se encuentra muy húmeda, no tendrá capacidad de absorción de nutrientes ni aprovechará los activos reparadores que contiene la mascarilla. Lo más habitual es retirar el champú y aplicar la mascarilla. Error. Conviene retirar el exceso de agua con una toalla, antes de proceder a la aplicación de la mascarilla. De esta manera los resultados serán los deseados.

Otro de los errores más comunes, es enjuagar para repartir. Una vez que se extiende la mascarilla, hay que repartirla a conciencia. Primero con los dedos, desenredando durante la aplicación y, a continuación, con un cepillo, mejor si tiene las púas anchas y separadas.

Tampoco hay que aplicar la mascarilla desde la raíz como solemos creer. Debe aplicarse a partir de las orejas y hasta las puntas. Seguramente hayáis notado que el cabello se ensucia antes de tiempo cuando se aplica la mascarilla por todo el cuero cabelludo.

Por último, otro de los errores más habituales que cometemos, es dejarla actuar más tiempo del necesario. No hace falta pasarse con el tiempo de aplicación. El pelo no va a absorber más activos por que la dejemos macerando. Con las instrucciones que incluye el fabricante, es suficiente.

Siguiendo estos consejos, tendrás un pelo de diez con el mínimo esfuerzo. Ahora toca conocer los tipos de mascarilla para que la ecuación, sea perfecta.

A cada pelo su mascarilla

Como venimos diciendo el cuidado de la melena, se ha revolucionado en los últimos tiempos. Dentro de esta revolución, el aspecto de las mascarillas se ha convertido en una parte esencial dentro de cualquier rutina de cuidad. No obstante, con la gran variedad de opciones disponibles, encontrar la mejor para cada tipo de cabello, puede resultar difícil. Para encontrar la adecuada, lo primero es identificar el tipo de cabello que tenemos: seco, graso, quebradizo, sin vida y apagado, rizado…

En el caso de tener un cabello con tendencia a estar seco y sin vida, una mascarilla hidratante es la solución. Aquellas que contienen ingredientes como aceites naturales y mantecas, ayudan a restaurar la humedad y suavizar la textura.

Si por el contrario, nos encontramos un cabello graso, resulta esencial mantener el equilibrio adecuado de humedad sin exceso de aceite. La mejor opción es decantarse por mascarillas purificantes que cuenten con arcilla, carbón activo o extractos de plantas purificantes en su composición.

¿Cabello dañado? No te preocupes, aunque este tipo de cabello requiere de una atención especial, existen las mascarillas reparadoras. Ideales para revitalizar las hebras capilares debilitadas. Utilizar productos que contengan proteínas, queratina y aminoácidos, ayudan a fortalecer y reparar la estructura capilar.

Los cabellos teñidos o tratados químicamente, tienen también su mascarilla. En este tipo de melenas, resulta indispensable aportar los nutrientes necesarios, por lo que las mascarillas nutritivas, son las más adecuadas. Ingredientes como vitaminas, antioxidantes y aceites esenciales, permiten aportar y mantener la vitalidad del color y restaurar la salud de nuestro pelo.

Para finalizar, aquellas personas cuya melena es rizada y con propensión al frizz, cuentan con su mascarilla. En este tipo de cabellera resulta indispensable aplicar mascarillas que proporcionen una hidratación profunda y controlen el encrespamiento, tan habitual en este tipo de cabello. Productos que incluyan entre sus ingredientes aceite de coco, aguacate o de argán, ayudan a definir el rizo y reducir el frizz.

Ahora que ya sabemos los tipos de cabello que podemos tener y las diferentes mascarillas que podemos encontrar en el mercado, resultará mucho más sencillo, encontrar la más adecuada. Cada tipo de cabello tiene unas necesidades particulares, del mismo modo que sucede con la piel o, incluso con el propio organismo. Proporcionarle los cuidados necesarios, hace que siempre luzca sano y brillante. Tanto si tienes un cabello seco, como si es graso o esta encrespado, siempre existe una mascarilla para cada situación.

No hay que olvidar, en cualquier caso, la importancia de empezar el cuidado por el champú. Utilizar el champú adecuado para cada tipo de cabello, resulta igual de importante, a la hora de obtener los resultados esperados. De poco vale utilizar la mascarilla adecuada si el champú de elección, puede ser el que ocasione la necesidad de utilizar un tipo concreto de mascarilla. Por lo tanto, en caso de duda, lo mejor es consultar con profesionales del cabello, quienes estarán encantados de ayudarte a encontrar los mejores productos para lucir una melena de diez.

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