Caballeros templarios, faquires y bufones son personajes imprescindibles para organizar un mercado medieval. Si te estás preguntando cómo hacer o participar en un mercado medieval, en este artículo te contamos los pasos que debes seguir para emprender esta aventura y viaje al pasado. ¿Alguna vez te has preguntado cómo era un mercado medieval? ¿Sabes cómo era aquella época de trovadores, trueques y venta ambulante? ¡No te preocupes! A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para organizar un auténtico mercado medieval. ¡Toma nota! Retrocedemos en un particular viaje al pasado y nos adentramos en los mercados de la época.
¿Qué se puede vender en un mercado medieval?
En una feria medieval se pueden vender muchos productos, sobre todo artesanales. Estos mercados tienen muchas posibilidades de venta. Cada mercado medieval vende artículos que lo caracterizan, pero la mayoría de artículos son similares para todos ellos, independientemente de dónde se celebren. Entre los productos típicos que puedes vender, los más habituales son: velas de cera artesanal, jabones artesanales, piezas y juguetes de madera, pieles, bisutería y todo tipo de piedras, hierbas medicinales y especies aromáticas.
Respecto a lo que se podía comprar en las ferias medievales de la época, las mercancías eran muy variadas. Había alimentos como pescado, frutas, verduras y carne. También se podían comprar otros artículos, como pieles y diferentes telas u objetos artesanales y elaborados, como cerámica o utensilios de hierro.
En los mercados medievales también se vendían animales destinados a la ganadería o para comer, por ejemplo, gallinas y ovejas. Los artículos más caros eran los importados como el aceite, sedas y lanas finas, perfumes o especias.
¿Cómo eran los mercados en la Edad Media?
En la Edad Media los mercados y ferias llenaban pueblos y ciudades con puestos de madera, vendedores vestidos de monjes, campesinos, etc. Sus suelos eran de paja y se vendían muchos productos como pan artesanal, juguetes de madera o frutos secos garrapiñados.
Si hacemos un viaje al pasado y nos fuéramos a un mercado medieval del siglo XIII, lo primero que notarás será el mal olor característico de las ferias de esa época, debido a que no había ninguna manera de conservar fresca la mercancía cruda y además, en las calles donde se ubicaban los puestos, no había ni higiene ni salubridad. Además del olor, eran muy característicos los gritos de los ambulantes intentando vender sus artículos.
En los pueblos pequeños se limitaban a mercados semanales en los que los campesinos podían vender, comprar e intercambiar productos de primera necesidad. Cuando necesitaban otros bienes más específicos, tenían que acudir a los mercados de las ciudades o comprarlos cuando el comerciante ambulante pasaba por su zona.
Existían gremios especializados que se agrupaban por calles, incluso podían vender los productos en sus propios talleres. Este era el caso de carpinteros y sastres que tenían los artículos junto a su local de trabajo. Hubo gremios como los carniceros y pescaderos que, por motivos de higiene y salud, separaron los almacenes de la zona de tienda. Sus casas estaban divididas en dos plantas, una hacía las funciones de almacén, taller o casa y la otra era para la venta al público. Este caso se tomó como modelo y ejemplo para las tiendas medievales.
También existían mercados permanentes en las ciudades situados en zonas céntricas, como la plaza del ayuntamiento o la iglesia. Si crecía mucho el número de tiendas y puestos, este se asentaba a las afueras de la ciudad. Como las condiciones climatológicas no siempre acompañaban, los gobernantes de la ciudad crearon recintos techados para que los puestos se pudieran resguardar de la lluvia. Se construían en materiales como la madera y la piedra. Cada comerciante era responsable de mantener su puesto o tienda limpia.
La picaresca de los mercaderes era común en estas ferias medievales. Un ejemplo es que mojaban las existencias de pimienta para que pesaran más, o en el caso de los panaderos, cocinaban sus panes con piedras dentro para alcanzar el peso que establecían en la época los gobernantes.
Las ferias medievales como punto de encuentro
Los mercados en la Edad Media eran una combinación de puestos fijos y otros temporales. Eran el lugar de encuentro dónde circulaban todas las noticias de la ciudad y de los pueblos. También había puestos de comida con carnes, dulces, guisos y tabernas que hacían las veces de posada en las que los mercaderes podían pernoctar.
Estos mercados medievales, junto con las iglesias, eran el punto de encuentro común en esta época y, por ello, era habitual que los músicos, actores y titiriteros se instalarán con sus carromatos cerca para entretener al público con sus canciones y actividades.
Eventualmente, se realizaban grandes ferias en las ciudades. Eran ferias periódicas que el rey obligaba a celebrar. Los mercaderes debían pagar impuestos para vender sus mercancías y una cantidad de monedas para poder entrar en la ciudad.
Cómo organizar un mercado medieval
Evitailors, una tienda LARP, especializada en este tipo de traje medieval, nos cuenta cómo organizar un mercado medieval: participar en un mercado medieval puede ser una opción de trabajo a la vez que una experiencia divertida y emocionante. Te contamos los pasos que debes seguir para lanzarte a esta experiencia y aventura medieval:
- Busca mercados medievales cercanos. Debes investigar y buscar información sobre los mercados medievales que se celebran en tu comunidad o provincia. Puedes buscar información por internet, preguntar a conocidos o informarte en el ayuntamiento.
- Contacta con los organizadores. Después de buscar el mercado medieval en el que quieras participar, debes ponerte en contacto con los organizadores y preguntar los requisitos necesarios para formar parte del mercado.
También puedes enterarte si están buscando participantes adicionales. Puedes informarte de que puesto puedes poner, por ejemplo, carpa, parada de hierro o de madera, qué tipo de vestuario es necesario, cómo debes decorar la parada y otras dudas que tengas acerca del mercado.
- Realiza un dosier para enviar al organizador. Debes preparar un dosier porque los organizadores te pueden pedir fotos del puesto de parada decorado, de la ropa que vas a llevar acorde al estilo y la época. También debes incluir los productos que pretendes vender.
- Elabora tu presupuesto. Para poder poner un puesto en el mercado medieval debes consultar cuánto te cobran por metro cuadrado. Existen ferias en las que la participación de artesanos y mercaderes es gratuita, aunque debes abonar una fianza que te devuelven cuando acaba el mercado medieval. Esta fianza es para asegurar tu participación. Cuando elabores tu presupuesto, tienes que tener en cuenta algunos gastos, como por ejemplo, desplazamientos, comida, seguridad social y autónomos, alojamiento, etc. Así podrás ver si es rentable participar en la feria o mercado.
- Define tu actividad. Los mercados medievales tienen muchas actividades y roles en los que puedes participar. Pueden ser: vendedor ambulante, artesano, músico, actor o artista callejero. Debes definir qué actividad te gustaría realizar.
- El vestuario. También debes preparar tu ropa y accesorios, generalmente en los mercados medievales se visten atuendos de esa época. Elige el vestuario en función de tu actividad.
- Desarrolla las habilidades en función de tu actividad. En función de la actividad y el papel que elijas, puede que necesites desarrollar algunas habilidades específicas. Por ejemplo, si vas de músico, asegúrate de aprender canciones populares de la época. O si eres artesano, trabaja las habilidades para crear objetos y artesanía a mano.
- Organiza tus productos y servicios. Si vas a vender productos o prestar servicios en el mercado medieval, tienes que asegurarte de tener suficiente inventario. Organiza también tu puesto de forma atractiva con rótulos medievales para resaltar tus artículos y que sean más atractivos visualmente.
Atuendo y decoración para un mercado medieval
Para organizar una buena feria medieval no puede faltar la ropa y complementos de la época. Piensa que en un mercado de esta época había todo tipo de personajes, como campesinos, meseros y clérigos, damas de la nobleza y caballeros. También había todo tipo de artesanos, desde sastres, orfebres hasta carpinteros. Tampoco nos podemos olvidar de los trovadores y juglares, que representaban sus interpretaciones habituales.
Respecto a la decoración de los mercados medievales, estos eventos se hacían en las plazas de los pueblos y ciudades cercanos a una iglesia o al ayuntamiento. Generalmente, la feria se situaba dentro de la fortificación o muralla. Teniendo esto en cuenta, son perfectos para la decoración de tu mercado medieval: muros de piedra, fortificaciones y fachadas de casas. Sobre todo, intenta crear tenderetes de tela con toldos y carpas para poder presentar los productos que vendes.
En los mercados medievales los oficios se agrupaban, así que las personas que vendáis lo mismo, debéis tener los puestos juntas.
Puedes abrir también mesones para que los protagonistas de la feria medieval puedan tomar alguna bebida.
Piensa en los productos que quieres comercializar, en los mercados medievales se vendía todo tipo de productos, como por ejemplo, artículos de madera, pieles, cerámica, libros, frutas y verduras, cereales, licores, hierbas medicinales, aceite o perfumes, entre otros.
Música y actividades para una feria medieval
Como te hemos dicho, lo primero que se notaba en un mercado medieval son los olores, muchos animales, especias y gentes. Lo que se escuchaba era el griterío y sonido de las diferentes transacciones comerciales, los animales de carga y los carros en movimiento, los artistas callejeros, las campanas de la iglesia, etc. Había muchos pregoneros porque los anuncios en la Edad Media eran sonoros, por ejemplo, anunciaban una asamblea municipal, los comunicados reales o alguna oferta del día.
Respecto a las actuaciones en los mercados medievales, hay que recordar que en estas ferias se compraba y se vendía, además había muchas actividades como juegos, desfiles y justas de caballos. Te recomendamos que hagas actividades cuando organices tu mercado medieval que le den mucha vida a la feria. Algunas ideas de actividades son: tiro con arco, una justa de caballos, cetrería, lanzamiento de anillas y organizar una boda medieval, entre otras muchas más.
Esperamos que después de haber leído el post organices un mercado medieval por todo lo alto y que disfrutes mucho. ¡El ambiente agradable y del medievo está asegurado!